Existen muchos beneficios a la hora de practicar la agricultura urbana, van desde el fortalecimiento de la seguridad y soberanía alimentaria, el reciclaje de desperdicios orgánicos, la generación de emprendimientos familiares, contribución a la resiliencia de las ciudades frente al cambio climático, el cambio de hábitos conductuales para niños y adultos, reducen las islas de calor, mejoramiento de la calidad del aire, absorben el ruido, reducción de la contaminación, debido a que los huertos urbanos reducen las emisión netas de dióxido de carbono, promueve la convivencia entre vecinos, reconexión de las personas con la naturaleza, etc., poner las manos en la tierra y comer alimentos que uno mismo ha cultivado, ayuda a lograr esa armonía que la gente tanto anhela, mas aun en los actuales tiempos de incertidumbre y recogimiento que vive la humanidad.