Necesidades de monitoreo y evaluación de medidas de adaptación hacia el cambio climático

Los ecosistemas andinos tropicales juegan un papel fundamental en el mantenimiento y abastecimiento de agua, de la cual dependen más de 50 millones de personas en los Andes Tropicales. Estos ecosistemas también son fundamentales en el mantenimiento del clima a nivel regional y continental al captar gran cantidad de agua de las masas de nube que se precipitan por efectos de la orografía andina. Además, albergan una gran diversidad biológica caracterizada por su alto grado de singularidad y rareza.

 

Debido a estas características estos ecosistemas presentan un alto grado de vulnerabilidad frente al cambio climático (CC) y los cambios de cobertura y uso del suelo. Estos cambios influyen en la pérdida de biodiversidad, que a su vez afectan profundamente la seguridad hídrica y el bienestar humano. Para aumentar la resiliencia y disminuir la vulnerabilidad de las poblaciones a los impactos del CC (incluyendo desastres socio-naturales), se implementan medidas de mitigación y adaptación (Vuille, 2013) (p. ej. restauración, reforestación y construcción de infraestructura gris). Así, las medidas de adaptación que se implementen, según Bergkamp et al. (2003), tienen por objetivos:

 

  1. Reducir la vulnerabilidad de las personas y las sociedades a los cambios en las tendencias hidrometeorológicas, el aumento de la variabilidad y los fenómenos extremos.
  2. Proteger y restaurar ecosistemas que proporcionan recursos y servicios hídricos y terrestres críticos.
  3. Cerrar la brecha entre la oferta y la demanda de agua.

 

Por otra parte, Donatti et al. (2021) sugiere priorizar estas medidas de adaptación considerando el siguiente orden:   

  1. La magnitud de la intervención.
  2. El número de beneficiarios.
  3. El número de compromisos.
  4. Los costos de la solución.
  5. La aceptación y voluntad política.
  6. El apoyo de las partes interesadas.
  7. Capacitaciones técnica y financiera para la implementación.

 

En los últimos años ha aumentado el interés por planificar e implementar medidas de adaptación y reducir la vulnerabilidad de las poblaciones al CC. La mayoría de estas medidas, que nacen desde las necesidades identificadas por entidades gubernamentales de los países en vías de desarrollo (p. ej. Madagascar, Kenia, Ecuador, Colombia, Bolivia, Costa Rica) (Christiansen et al., 2018), se han implementado con el apoyo económico de financiadores internacionales (p. ej. CEPAL, CAF, GIZ, UE, FIIAPP), técnico de entidades implementadoras (p. ej. IUCN, IISD, EUROCLIMA+, ONU) y técnico-financiero de las instituciones gubernamentales. Las medidas incluyen a todas las partes interesadas, como son la sociedad civil, las instituciones gubernamentales y ONG, las cuales se basan en las capacidades de las personas, fomenta el aprendizaje conjunto e invierte en la gestión de conflictos (Bergkamp et al., 2003).

 

Se destacan las medidas de adaptación basadas en la naturaleza o en ecosistemas. Estas medidas hacen referencia al uso de la biodiversidad y a la infraestructura natural para ayudar a las poblaciones a adaptarse a los efectos adversos del cambio climático. Incluye, por ejemplo, la gestión sostenible y la conservación y restauración de ecosistemas que tienen beneficios colaterales sociales, económicos y culturales para las comunidades locales (GIZ et al., 2020). Aunque muy brevemente, se menciona a las medidas de adaptación basadas en infraestructura gris (Hammill & Dekens, 2014). Lo importante es que las medidas implementadas sean sostenibles, con base en la disponibilidad de recursos económicos, sociales e institucionales (INECC, 2019) porque los beneficios para las poblaciones deben continuar después del periodo de implementación.

 

Lo que queda entonces es evaluar los resultados de las medias implementas. Esto porque la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) ha pedido a los países informar –como una acción de rendición de cuentas– sobre los resultados de las medidas de adaptación (Christiansen et al., 2018). Sin embargo, aún no están claramente identificados los sistemas de monitoreo y evaluación de las medidas de adaptación (M&E)  y peor aún los indicadores para la evaluación de las mismas (Leiter, 2017). Esto es porque no existe un consenso respecto a cuál/es de las múltiples guías disponibles para el M&E es la indicada para un proyecto y área de estudio específicos. No obstante, como punto de partida se puede seguir el siguiente esquema para el M&E en cualquier etapa de la implementación de una medida de adaptación. 

 

  1. Determinar el propósito del M&E: El propósito general del M&E puede ser para la generación de políticas, gestión, aprendizaje, rendición de cuentas. Se debe determinar si se desea evaluar los procesos (p. ej. monitoreo de la implementación de un Plan Nacional de Adaptación) o los resultados de una medida (p. ej. evaluar si la vulnerabilidad se ha reducido como resultado de un proyecto) (Leiter, 2017). El propósito del M&E se puede definir antes, durante y después de implementada una medida.

 

  1. Conectar el propósito con un enfoque de M&E viable: Es necesario recalcar que existen una variedad de enfoques para el M&E con un rango de complejidad variado (incluyendo técnicos y financieros) para un mismo propósito. Básicamente significa tener una idea clara de las necesidades de información y preguntas clave que deben ser contestadas por el M&E (Hammill & Dekens, 2014). Este punto es crucial para la selección de indicadores.

 

  1. Selección de indicadores: La selección de los indicadores depende de la escala de análisis; y pueden ser indicadores cuantitativos y cualitativos de las áreas socio-económicas y físicas (i.e., procesos ambientales) para el M&E de un proyecto finalizado, en desarrollo o un escenario futuro. Otro punto importante a tratar es que, para la generación de los indicadores, debe haber una comunicación continua entre las partes interesadas (p. ej. pobladores, líderes comunitarios, tomadores de decisiones locales, agencias gubernamentales y no gubernamentales) incluyendo una serie de talleres/encuentros e informes (Donatti et al., 2021). Así se podrá evaluar las amenazas climáticas y la vulnerabilidad de las poblaciones eficazmente.

 

  1. Generación de escenarios tendenciales: Los escenarios se pueden entender como “supuestos” externos o internos que afectan la trayectoria del medio analizado (p. ej. población, país, cuenca hidrográfica). Cuando el objetivo del M&E es evaluar la eficiencia de una medida a un escenario futuro (p. ej. cambio en los patrones de lluvia) se sugiere utilizar escenarios científicamente confiables como lo son los escenarios de cambio climático y econométricos del IPCC o los escenarios de tendencias climáticas y socio-económicas gubernamentales. También pueden evaluarse los cambios en la gestión de las cuencas hidrográficas (p. ej. cambios de uso y ocupación de suelo y de la infraestructura natural o instalación de proyectos hidroeléctricos) mediante modelos físicos y socio-económicos. Luego de identificado el escenario se estima cada indicador hacia el futuro (p. ej. mediante correlaciones).

 

  1. Evaluación: Es una revisión estadística/objetiva en un punto específico en el tiempo (INECC, 2019). Con los indicadores para el M&E de un proyecto finalizado, en desarrollo o un escenario futuro los resultados obtenidos permiten un análisis de la información con miras a replicar la medida, realizar modificaciones para lograr los resultados deseados o seleccionar medidas para lograr/evitar un escenario futuro. En esta etapa es recomendable preparar una teoría del cambio para el seguimiento y la evaluación de las soluciones (desde la situación actual a la situación ideal, incluyendo las actividades y resultados) (Donatti et al., 2021; INECC, 2020). Por tanto, la evaluación permite rediseñar o realizar recomendaciones prácticas y aplicables cuando los resultados no son los esperados según los resultados estadísticos y/o la teoría del cambio.

 

Luego del M&E, el diseño, rediseño o finalización del proyecto debe basarse en factores como la magnitud de la intervención, sus beneficios, ventajas y desventajas, costos, aceptación y de implementación. Esto es porque el M&E constituye el núcleo de la gestión adaptativa. Sin ser plenamente consciente de los avances realizados, será muy difícil aprender de los éxitos y fracasos de las medidas implementadas y adaptarse a las condiciones cambiantes. Pero, además, es importante contar con el apoyo de los tomadores de decisiones, líderes políticos y entidades privadas para priorizar la implementación de las medidas y el M&E para ayudar las poblaciones (sobre todo al sector indígena, rural y femenino) y al sector íntimamente ligado al agua (p. ej. agricultores, empresas de generación de electricidad y potabilización del agua) para una adecuada adaptación hacia el cambio climático (Bergkamp et al., 2003).

Referencias:

Bergkamp, G. J. J., Orlando, B., & Burton, I. (2003). Change: adaptation of water resources management to climate change. IUCN.

 

Christiansen, L., Martínez, G. & Naswa, P. (2018.) Sistemas de medición de la adaptación: perspectivas sobre cómo medir, agregar y comparar los resultados de la adaptación. Asociación ONU Medio Ambiente-DTU, Copenhague.

 

Donatti, C., Martínez-Rodríguez, M., Fedele, G., Harvey, C., Andrade, A., Scorgie, S. & Rose, C.  (2021). Directrices para el Diseño, la implementación y el Monitoreo de Soluciones basadas en la naturaleza para la adaptación. Conservation International.

 

GIZ, UNEP-WCMC and FEBA. 2020. Guidebook for Monitoring and Evaluating Ecosystem-based Adaptation Interventions. Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH, Bonn, Germany.

 

Hammill, A. & Dekens, J. (IISD), Leiter, T., Olivier, J., Klockemann, L., Stock, E. & Gläser A., (GIZ) (2014). Repositorio de Indicadores de Adaptación. Casos reales de sistemas de Monitoreo y Evaluación nacionales. IISD GIZ Bonn.

 

Leiter, T. (2017). The Adaptation M&E Navigator: a decision support tool for the selection of suitable approaches to monitor and evaluate adaptation to climate change. In evaluating climate change action for sustainable development (pp. 327-341). Springer, Cham.

 

INECC. 2019. Criterios para el monitoreo y evaluación de las medidas de adaptación al cambio climático. Nota técnica. Proyecto “Construcción de esquemas de monitoreo y evaluación de la adaptación en México para la formulación de políticas públicas basadas en evidencia” (INECC-CONACYT). Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), México D.F.

 

INECC. 2020. Nota Técnica: Propuesta de indicadores para el Monitoreo y Evaluación de la adaptación al cambio climático en México. Instituto Nacional de

Ecología y Cambio Climático (INECC), México D. F.

 

Vuille, M. (2013). El cambio climático y los recursos hídricos en los Andes tropicales. Banco Interamericano de Desarrollo, 21.

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