La ubicación de las islas Galápagos las exponen a condiciones oceanográficas y climatológicas variadas que afecta la distribución de las especies marinas y hábitats a través del archipiélago. La zona de convergencia intertropical (ITCZ por sus siglas en inglés) y la oscilación del sur de El Niño (ENSO por sus siglas en inglés), en conjunto con un complejo sistema de corrientes oceánicas y vientos, gobiernan la dinámica climática regional (Trueman & D’Ozouville, 2010).
Los cambios climáticos en el océano también tienen repercusiones socioeconómicas. Oscilaciones en la temperatura superficial marina usualmente están ligadas a variaciones en la abundancia y distribución de peces (Edgar, 2010). Estos cambios afectan la pesca artesanal dentro de las islas, de la cuales dependen el consumo local y las exportaciones internacionales.
Finalmente, existen graves implicaciones en la seguridad alimenticia y de acceso al agua potable ante un evento de cambio climático en el archipiélago. La población de las islas es de aproximadamente 25 000 habitantes, sin embargo, la cantidad de turistas que pueden llegar anualmente es de 270 000 (Dirección del Parque Nacional Galápagos, 2019). Condiciones de sequía o un atraso de la época de lluvias, dificultaría el acceso al suministro de agua para consumo o riego, declarando estados de emergencia.
Teniendo en cuenta estas condiciones, investigadores de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), Galapagos Science Center (GSC), Universidad de Oxford y de la Universidad de Las Américas (UDLA) describieron las tendencias entre 1981-2017 de precipitación y temperatura en Santa Cruz y San Cristóbal; analizaron las tendencias históricas de la temperatura superficial del océano para la Reserva Marina Galápagos y finalmente, generaron proyecciones de las variables climáticas terrestres (Paltán et al., 2021).
La temperatura promedio terrestre en los últimos 35 años ha visto un incremento de 0,6°C en regiones con una altitud menor a 250 m s.n.m., mientras que en las tierras altas del archipiélago (por encima de los 250 m s.n.m.) se ha notado un incremento de 0,21°C. Es importante recalcar que en las tierras altas se ha visto un aumento de temperatura en las épocas secas (junio-noviembre), mientras que en las zonas costeras el patrón es inverso: el promedio de temperatura más alto se encuentra en la época lluviosa (diciembre-mayo).
En el caso de la precipitación, se observa un descenso significante de la cantidad de lluvia en la última década. Tanto Santa Cruz como San Cristóbal se han vuelto un 45% más secas en promedio en desde el año 2000. Además, en la actualidad el inicio de la temporada de lluvias se ha retrasado 20 días.
Figura 1: Valores de precipitación y temperatura promedio anual observadas por las estaciones meteorológicas de Santa Cruz y San Cristóbal entre 1981 y 2017 para: a) Zonas costeras, b) Tierras altas. Fuente: Paltán et al., 2021.
Las proyecciones muestran que la precipitación y la temperatura seguirán aumentando en las tres islas principales del archipiélago (Isabela, San Cristóbal y Santa Cruz). Se calcula un incremento del 30 y 45% de la precipitación promedio anual para el 2050. En términos de temperatura, los estimados indican un aumento de entre 1,4 a 1,9°C para 2050.
Los análisis de la temperatura de la superficie del océano indican que ha habido un incremento de 0,06°C por año en las décadas recientes. Para el período 2002-2018 hubo un incremento total de 1,2°C en la Reserva Marina Galápagos.
Figura 2: Anomalías promedio anuales en la temperatura de la superficie oceánica en grados para el período 2002-2018. Fuente: Paltán et al., 2021.
Los resultados indican la tendencia general al incremento de temperatura tanto en el aire como en la superficie del océano. Ante estos escenarios, es necesario implementar enfoques basados en riesgos climáticos como la base para la planificación de estrategias en los sectores de suministro de agua, alimentos y conservación en las islas Galápagos. Estas estrategias deben ser sólidas ante una amplia gama de condiciones climáticas potencialmente inciertas, pero a la vez flexibles para permitir a las islas adaptarse a escenarios futuros heterogéneos climáticos y no climáticos.
Referencias:
Dirección del Parque Nacional Galápagos. (2019). Informe Anual de Visitantes a las áreas protegidas de Galápagos.
Edgar, G. J. (2010). El Niño, grazers and fisheries interact to greatly elevate extinction risk for Galapagos marine species. Global Change Biology, 16, 2876–2890.
Paltán, H. A., Benitez, F. L., Rosero, P., Escobar-Camacho, D., Cuesta, F., & Mena, C. F. (2021). Climate and sea surface trends in the Galapagos Islands. Scientific Reports, 11(1), 1–13. Retrieved from https://doi.org/10.1038/s41598-021-93870-w
Trueman, M., & D’Ozouville, N. (2010). Characterizing the Galapagos terrestrial climate in the face of global climate change. Galapagos Res, 67, 26–37.
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